El mejor truco que inventó el ego
o
Recuerdo que en la película “Sospechosos habituales” en un momento determinado se dice: “El mejor
truco que inventó el diablo, fue convencernos de que no existía”. No sé por qué me ha venido a la cabeza esta frase tras leer algunos grupos de FB, pero la frase surgía algo modificada: “El mejor truco que
inventó el ego, fue convencernos de que estaba buscando su eliminación”. Y es así. Así es como se prolonga el dominio del ego en el mundo espiritual: poniéndose a realizar una búsqueda espiritual que
pueda mantenerlo vivo.
¿Cómo distinguiremos que algo así está pasando? No es difícil, pues sabemos cuales son las características de ese fantasma inexistente, recordemos que no son más que tendencias y creencias erróneas, no
una entidad. Pero aún así actúan. ¿Y cómo actúan?
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Preferencia por la teoría, los conceptos. No es que esté mal estudiar a los sabios, pero un buscador serio sabe ya de sobras que esos textos solo son las señales de tráfico para saber por donde caminar. Y lo importante es caminar. Pero aquel que no desea caminar te dirá que antes de salir tiene que estudiar todavía unos meses/años más las indicaciones y los mapas. Mala señal. Y mala señal también si no encuentras tiempo para la práctica pero sí para leer y escribir. De hecho la realización precisamente trae la autonomía de todos los conceptos… • Interés en el debate, la discusión y especialmente el “tener razón” El debate puede ser positivo si se ataca siempre con la actitud de: • Aprender algo nuevo. • Darte cuenta de que estabas equivocado. Pero las tendencias egoicas buscan: • Confirmar que tengo razón y que el otro está equivocado. • Demostrar públicamente lo culto que soy o lo realizado que estoy. En el filo de la navaja está la idea de “Ayudar a otros”, es un razonamiento delicado, porque implica que crees que tienes razón y los demás aún están en la ignorancia, aparte que a menudo está teñido de la idea egoica de convertirte en “algo más” (llámale maestro, amigo avanzado o lo que quieras). A veces no es tanto lo que se dice como con qué espíritu lo dices, así que tú deberías ser tu mejor y casi único juez. • Rechazo de la práctica https://blogdetao.org - Blog de Tao Pag. 215 | Prácticas hay muchas, pero si rechazas todas ellas por alguna especie de principio, cuidado, lo más probable si no haces nada, es que todo siga igual. Y no te engañes, si todo te valiese ya “tal como está” no estarías leyendo esto. Ese es otro auto-engaño. No digo que tengas que meditar o hacer yoga, ni ninguna práctica concreta. No pienso que haya “la práctica” y los demás estén equivocados, algo que es demasiado común y donde debemos aplicar el punto anterior. Por ejemplo “comerse el coco las 24 horas” también es práctica. Eso es un koan. Pero solo si es atacado desde la no-conceptualidad, no desde los conceptos. Mucha gente ha despertado así. El “no hay nada que hacer” es un slogan que no es estrictamente falso, pero malinterpretado es peligroso. El ego se lo hace propio con velocidad, porque es muuuuy cómodo y encima lo protege. De lo que no se da cuenta es que en realidad “hace un montón de cosas” cada día, desvirtuando su propio slogan… pero son actividades egoicas en lugar de práctica… y eso, curiosamente, no lo ve o le parece que sí debe hacerse. Solo aplica el slogan del “no hay nada que hacer” a la práctica que amenaza al propio ego… Sospechoso… • Puesta de objetivos en el mañana “Hoy no” pero “mañana sí”, cuidado que no te pase como con el chiste de “¿Cuando comeremos pan de hoy?” y la respuesta real sea “nunca”. Lo cual ya le va bastante bien al ego. Cualquier cosa que tengas que hacer, hazla ahora. No existe otro momento. En esto, la reencarnación es un concepto terriblemente seductor. Ya se ha oído quien dice que “eso de meditar está claro que no se me da bien, lo dejo para la siguiente vida”. De hecho, si te atrae la idea de la reencarnación cuando para Buddha era la mayor de las desgracias, pregúntate por qué… ¿quién desea seguir reencarnándose por toda la eternidad? • Creación de un personaje “espiritual” Si te descubres buscando reconocimiento en otros, si te empiezas a preocupar de lo que dices, como lo dices o como vistes, no sea que parezca “poco espiritual”. Si te adhieres a un grupo espiritual y empiezas a sentir que interactúas con él igual que con tu grupo de amigos, o te descubres queriendo modelar el grupo a tu gusto. O buscando el reconocimiento ante los demás o ante el “gran líder” o “sabio”, si empiezas a soñar en ser un “gran maestro”… Si te adhieres al dogma de tu grupo y rechazas de plano todos los demás, incluso discutir sobre ellos. Si tu refugio es tu grupo y solo dentro de él es donde encuentras paz. Entonces… … plantéate deconstruir todo eso… La realización deconstruye el personaje, no consiste en crearse uno nuevo más new-age… Por supuesto esto se aplica totalmente y aún más (pues es más fácil crearlas) a las cibercomunidades y ciber-personalidades. De nuevo solo tú, con sinceridad radical, puedes ser capaz de ver si te estás creando ese personaje o no… sé crítico contigo mismo, sé muy crítico… • Auto-engaño El mejor truco que inventó el ego Pag. 216 | Quizá el más típico en espiritualidad es el de “todo es perfecto ya tal como es”. ¿Entonces por qué sufres? ¿y qué buscas aquí, en los libros, foros o encuentros? No te auto-engañes, esa frase siempre será más creíble de alguien que sale de ver el fútbol totalmente lobotomizado que viniendo de ti… Otros auto-engaños pueden ser del tipo “Ya soy un Buddha” (confundiéndolo con el hecho de que tienes el potencial para serlo), o técnicas meditativas de “cesación” que yo llamo a veces “meditación con orejeras” pero que no producen cambio alguno en cuanto te levantas del zafu y el sufrimiento vuelve en pocas horas… Es un olvido de ti mismo temporal, como cuando duermes o te emborrachas, nada más… En ellas se olvida tanto al ego como al resto de lo que has de ver para poder cambiar… por eso no funcionan… En eso no son demasiado diferentes de una siesta o una borrachera como ya decía el Siddharta de Herman Hesse. De hecho el auto-engaño es la base de todos los trucos anteriores, el ego solo puede actuar libremente cuando no eres todavía suficientemente despierto para darte cuenta de todas estas triquiñuelas (y muchas más). En ese caso, la situación es desesperada, si no tienes suficiente capacidad para ver en ti todo esto, estás condenado a repetir estos patrones de comportamiento indefinidamente…
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Preferencia por la teoría, los conceptos. No es que esté mal estudiar a los sabios, pero un buscador serio sabe ya de sobras que esos textos solo son las señales de tráfico para saber por donde caminar. Y lo importante es caminar. Pero aquel que no desea caminar te dirá que antes de salir tiene que estudiar todavía unos meses/años más las indicaciones y los mapas. Mala señal. Y mala señal también si no encuentras tiempo para la práctica pero sí para leer y escribir. De hecho la realización precisamente trae la autonomía de todos los conceptos… • Interés en el debate, la discusión y especialmente el “tener razón” El debate puede ser positivo si se ataca siempre con la actitud de: • Aprender algo nuevo. • Darte cuenta de que estabas equivocado. Pero las tendencias egoicas buscan: • Confirmar que tengo razón y que el otro está equivocado. • Demostrar públicamente lo culto que soy o lo realizado que estoy. En el filo de la navaja está la idea de “Ayudar a otros”, es un razonamiento delicado, porque implica que crees que tienes razón y los demás aún están en la ignorancia, aparte que a menudo está teñido de la idea egoica de convertirte en “algo más” (llámale maestro, amigo avanzado o lo que quieras). A veces no es tanto lo que se dice como con qué espíritu lo dices, así que tú deberías ser tu mejor y casi único juez. • Rechazo de la práctica https://blogdetao.org - Blog de Tao Pag. 215 | Prácticas hay muchas, pero si rechazas todas ellas por alguna especie de principio, cuidado, lo más probable si no haces nada, es que todo siga igual. Y no te engañes, si todo te valiese ya “tal como está” no estarías leyendo esto. Ese es otro auto-engaño. No digo que tengas que meditar o hacer yoga, ni ninguna práctica concreta. No pienso que haya “la práctica” y los demás estén equivocados, algo que es demasiado común y donde debemos aplicar el punto anterior. Por ejemplo “comerse el coco las 24 horas” también es práctica. Eso es un koan. Pero solo si es atacado desde la no-conceptualidad, no desde los conceptos. Mucha gente ha despertado así. El “no hay nada que hacer” es un slogan que no es estrictamente falso, pero malinterpretado es peligroso. El ego se lo hace propio con velocidad, porque es muuuuy cómodo y encima lo protege. De lo que no se da cuenta es que en realidad “hace un montón de cosas” cada día, desvirtuando su propio slogan… pero son actividades egoicas en lugar de práctica… y eso, curiosamente, no lo ve o le parece que sí debe hacerse. Solo aplica el slogan del “no hay nada que hacer” a la práctica que amenaza al propio ego… Sospechoso… • Puesta de objetivos en el mañana “Hoy no” pero “mañana sí”, cuidado que no te pase como con el chiste de “¿Cuando comeremos pan de hoy?” y la respuesta real sea “nunca”. Lo cual ya le va bastante bien al ego. Cualquier cosa que tengas que hacer, hazla ahora. No existe otro momento. En esto, la reencarnación es un concepto terriblemente seductor. Ya se ha oído quien dice que “eso de meditar está claro que no se me da bien, lo dejo para la siguiente vida”. De hecho, si te atrae la idea de la reencarnación cuando para Buddha era la mayor de las desgracias, pregúntate por qué… ¿quién desea seguir reencarnándose por toda la eternidad? • Creación de un personaje “espiritual” Si te descubres buscando reconocimiento en otros, si te empiezas a preocupar de lo que dices, como lo dices o como vistes, no sea que parezca “poco espiritual”. Si te adhieres a un grupo espiritual y empiezas a sentir que interactúas con él igual que con tu grupo de amigos, o te descubres queriendo modelar el grupo a tu gusto. O buscando el reconocimiento ante los demás o ante el “gran líder” o “sabio”, si empiezas a soñar en ser un “gran maestro”… Si te adhieres al dogma de tu grupo y rechazas de plano todos los demás, incluso discutir sobre ellos. Si tu refugio es tu grupo y solo dentro de él es donde encuentras paz. Entonces… … plantéate deconstruir todo eso… La realización deconstruye el personaje, no consiste en crearse uno nuevo más new-age… Por supuesto esto se aplica totalmente y aún más (pues es más fácil crearlas) a las cibercomunidades y ciber-personalidades. De nuevo solo tú, con sinceridad radical, puedes ser capaz de ver si te estás creando ese personaje o no… sé crítico contigo mismo, sé muy crítico… • Auto-engaño El mejor truco que inventó el ego Pag. 216 | Quizá el más típico en espiritualidad es el de “todo es perfecto ya tal como es”. ¿Entonces por qué sufres? ¿y qué buscas aquí, en los libros, foros o encuentros? No te auto-engañes, esa frase siempre será más creíble de alguien que sale de ver el fútbol totalmente lobotomizado que viniendo de ti… Otros auto-engaños pueden ser del tipo “Ya soy un Buddha” (confundiéndolo con el hecho de que tienes el potencial para serlo), o técnicas meditativas de “cesación” que yo llamo a veces “meditación con orejeras” pero que no producen cambio alguno en cuanto te levantas del zafu y el sufrimiento vuelve en pocas horas… Es un olvido de ti mismo temporal, como cuando duermes o te emborrachas, nada más… En ellas se olvida tanto al ego como al resto de lo que has de ver para poder cambiar… por eso no funcionan… En eso no son demasiado diferentes de una siesta o una borrachera como ya decía el Siddharta de Herman Hesse. De hecho el auto-engaño es la base de todos los trucos anteriores, el ego solo puede actuar libremente cuando no eres todavía suficientemente despierto para darte cuenta de todas estas triquiñuelas (y muchas más). En ese caso, la situación es desesperada, si no tienes suficiente capacidad para ver en ti todo esto, estás condenado a repetir estos patrones de comportamiento indefinidamente…
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